sábado, 4 de diciembre de 2010

Una ola de pesimismo


La paciente de 48 años, con mucho sentido común, opinaba que una cirugía que le dejase con treinta centímetros de intestino, sin vejiga, y para vivir tres años, igual no le compensaba. No hubo caso, antes de decidir nada, el cáncer de estómago se adelantó, obstruyendo la vía biliar con adenopatías. Ahora, con la derivación biliar, se está solucionando la ictericia, para plantear una vulgar quimioterapia paliativa. Muy espectacular al principio, da de sí lo que da. Y es que en cáncer de los más frecuentes, cuando es metastásico incurable, ganamos meses, pero perdemos la guerra, y eso duele. Como duele que tumores raros como el carcinoma tímico, que parecía expresar c-kit, no respondan al imatinib o el adenocarcinoma de glándula salivar que expresa andrógenos y se ríe del tratamiento hormonal. Hoy me pilla cansado el chip "otro más que no se cura". A veces pienso si estaría mejor en una mercería, vendiendo botones de colores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Ramón no te desanimes que yo un día que me ponga enferma quiero que me trate un profesional como tu!
Un abrazo
Mafalda